HÉROES

Un recorrido por el paso del tiempo
a través de varias generaciones

Todas las familias de esta región poseen algún viñedo que han heredado desde hace generaciones. Esa conexión emocional que les une hace que les resulte imposible desprenderse de él. Por eso el viñedo sigue siendo como un miembro más de la familia, al que cuidan con esfuerzo y pasión los 365 días del año de forma prácticamente artesanal.

Pero este estilo de vida anclado en el tiempo está en peligro, porque muchos viticultores quieren para sus hijos una vida menos sacrificada alejada del campo. Algo que está provocando la rápida despoblación de esta zona rural, con el riesgo de que muy pronto no quede nadie para continuar agrandando la historia de los vinos de Toro.

Por eso en Matsu seguimos apostando por esta región vinícola única en el mundo. Para ello colaboramos con pequeños viticultores, ayudando a fomentar la economía de la zona y evitar que una gran cantidad de viñedos centenarios acaben abandonados o arrancados.

“Matsu, que en japonés significa esperar, es un homenaje a todos los viticultores que, durante siglos, han trabajado la viña dedicándole su esfuerzo, respeto y sacrificio”.